Teresa Mar / Austria
Palacio de Bellas Artes
Av. Juárez S/N
PARADISO
Los pájaros se destacan de la tierra con sus alas. También los seres humanos pueden destacarse de la tierra, no con alas, pero sí con su espíritu.
Hehaka Sapa, Sioux
“Paradiso” será una obra abundante en imágenes y colores que conducirán al espectador hacia el fundamento de la imagen, es decir, la abstracción monocromática. Paradiso significa “jardín de los placeres”. El jardín del arte, conjunción de colores e imágenes, irrumpirá en la vida cotidiana provocando ideas e inspiración. El arte es un espejo del tiempo. La representación artística confronta las heridas íntimas de la sociedad y, en este sentido, es una experiencia visionaria. Además, la naturaleza es una fuente de creatividad, y México es un país rico en colores. El color simboliza la vida.
La abstracción refleja las estructuras armónicas de la existencia y de los objetos. El jardín simboliza el alma, -el sitio escondido y protegido donde el amor y la paz pueden “florecer”-, mientras la oscuridad y miedo nos acechan en el exterior. Paradiso está dedicada a la libertad y a los seres del viento, como los pájaros, las abejas y las mariposas. Sin ellos las flores no se reproducen y los árboles se quedan sin fruta. Simbólicamente, se relaciona con la libertad que necesitamos para crear y para que nuestras ideas den frutos. El arte muestra cómo en la vida todo está conectado, haciéndonos conscientes de la abundancia del mundo y de nuestra existencia.
El arte afila nuestra percepción. Lo que nos da valor, nos hace mejores, nos anima a interactuar con nosotros mismos y con todo lo que nos circunda.
Desde el siglo XVII, nos martiriza un concepto mecanicista del mundo según el cual, la renovación de las perspectivas permitiría que los seres humanos evolucionen. De acuerdo con esta visión, el ser humano debe dominar la naturaleza para alcanzar el bien común. Pero la disyunción entre naturaleza y cultura tiene consecuencias devastadoras. Hoy nos encontramos frente a la necesidad de un nuevo concepto del mundo. Por ello, situada en el centro de una de las metrópolis más grandes del mundo, la Ciudad de México, Paradiso nos recuerda la importancia de mantener una relación equilibrada entre el ser humano, la técnica y la naturaleza. En los tiempos de la virtualidad y la robótica, Paradiso pone la mirada en el fundamento del ser humano y de la naturaleza, sobre el que se establece todo progreso y sin el cual no podemos existir.
Nuestra vida y nuestra felicidad se basan en el respeto a los principios fundamentales de nuestra existencia.
PARADISE
Birds rise above the ground with their wings. Human beings may rise above the ground too, not with wings, but with their spirit. Hehaka Sapa, Sioux
“Paradiso” will be a piece -profuse in images and color- that will lead the viewer towards the foundation of image, that is, monochromatic abstraction. Paradiso means “garden of pleasure”. The garden of art -combination of color and image- will break into the everyday life sparking ideas and inspiration.
Art is a mirror of time. The artistic representation confronts the intimate wounds of society and, in this regard, the piece is a visionary experience. Besides, nature is a source of creativity, and Mexico is a country that is rich in color. Color symbolizes life.
Abstraction reflects the harmonious structures of existence and objects. The garden symbolizes the soul –the hidden and protected space where love and peace can “bloom”-, as darkness and fear lurk from the outside. Paradiso is dedicated to freedom and the creatures of the wind, like birds, bees and butterflies. Without them, flowers don’t reproduce and trees are left fruitless. In a symbolic way, this relates to the freedom we need to create and for our ideas to be fruitful.
Art reveals how everything is connected in life, making us aware of our own existence and of all the bounty there is in the world. Art sharpens our perception. What gives us courage makes us better, it spurs us on to interact with ourselves and with everything around us.
Since the XVII century, a mechanistic concept of the world martyrs us, according to which the revival of perspective would allow the evolution of human beings. Consistent with this vision, the human being must tame nature in order to reach the common good.
However, the divide between nature and culture brings along devastating consequences. Today we face the need of a new concept of the world. That’s why, located in the center of Mexico City -one of the biggest metropolis in the world- Paradiso reminds us about the importance of keeping a balanced rapport between human beings, technique and nature. In times of virtuality and robotics, Paradiso fixes its eyes on the foundation of human beings and nature, there were progress lays upon and without which we could not exist. Our lives and happiness are based on the respect for the fundamental principles of our existence.
Teresa Mar busca el desafío ahí donde la luz se une a la estructura sólida. Es una artista internacionalmente establecida que trabaja con luz, conocida por su sutil lenguaje de imágenes, el cual se basa en el collage análogo.
Teresa Mar searches the challenge where light meets solid structure. She is an internationally established light-artist, known for her subtle image-language which is based on analogue collage.
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